La Ley 4/2014, de 1 de abril, Básica de las Cámaras Oficiales de Comercio, Industria, Servicios y Navegación, por la que se rige Cámara de España, recoge en su artículo 3 que "las Cámaras Oficiales de Comercio, Industria, Servicios y Navegación tienen como finalidad la representación, promoción y defensa de los intereses generales del comercio, la industria, los servicios y la navegación, así como la prestación de servicios a las empresas que ejerzan las indicadas actividades". Estos cometidos son, precisamente, los que reclama Melilla para avanzar económicamente y apoyar así la viabilidad de las empresas locales.

Dicha ley señala hasta doce funciones de carácter público-administrativo y cuya ejecución sería crucial para ese despegue que se persigue en Melilla desde la Administración y el empresariado.

Otro de los ejes que sería beneficioso para Melilla sería apoyarse en la Cámara de Comercio para el desarrollo del espíritu emprendedor y el impulso al nacimiento de nuevas empresas.

Las asociaciones empresariales de Melilla y el Gobierno local están apostando por un nuevo modelo económico donde la innovación y la digitalización deben ser uno de los pilares. Por ello, en esta coyuntura actual es preciso despegar gracias a los programas InnoCámaras y TicCámaras de la Cámara de España, con los que se contribuye a la transformación competitiva de las empresas y la economía española.

Entre los objetivos estratégicos de la Cámara de Comercio de España está la defensa institucional de intereses que, en estos momentos, son claves para el progreso de Melilla:

• Papel clave de la empresa como generadora de riqueza, empleo y bienestar en beneficio del conjunto de la sociedad.
• Instrumento de movilización empresarial para propiciar la participación activa de las empresas en el debate económico y social.
• Defensa del sistema institucional basado en la Constitución de 1978, la economía social de mercado, el estado de derecho, el sistema autonómico, la democracia y la pertenencia a la Unión Europea.
• Vertebración de España, a través de la red territorial de Cámaras.

Melilla debe mirar al norte para reconducir su economía y establecer un nuevo modelo económico viable y prolongado en el tiempo. Es, por ello, vital contar con la Cámara de Comercio como hilo conductor y nexo para que las empresas y la Administración construyan juntas este futuro.

La Cámara de Comercio de España gestionó entre 2017 y 2020 alrededor de 200 millones de euros en subvenciones y ayudas procedentes de Fondos FEDER y FSE, según datos de su propio portal de transparencia. A dicha cifra habría que sumar las partidas procedentes de los convenios con la Administración General del Estado a través de diversos ministerios.

Todos estos fondos, evidentemente, beneficiaron a las cámaras de comercio locales y sirvieron, por lo tanto, para activar o mejorar las economías de dichos territorios. Melilla, al no contar con Cámara de Comercio, no pudo disfrutar de estos fondos.

SUBVENCIONES O AYUDAS

Los perjuicios son evidentes y podrían destacar algunas posibles implicaciones negativas, como pérdidas de empleo, limitación de servicios para las empresas y la ciudadanía, límite de crecimiento al no poder financiar proyectos de expansión o desarrollo y, en definitiva, reducción de la actividad.

• Pérdida de empleo
• Limitación de servicios
• Límite al crecimiento
• Reducción de la actividad

Es obvio que el grado de perjuicio depende en gran medida del tamaño de la subvención y de cómo se utiliza, pero al no percibir ni un solo euro de este capítulo, el perjuicio existe.